En el mundo empresarial, la marca de una empresa es uno de sus activos más valiosos. Es la identidad que la distingue de la competencia y la imagen que proyecta a sus clientes. Por esta razón, es fundamental protegerla a través de un sistema de registro de marcas.
¿Qué es un sistema de registro de marcas?
Un sistema de registro de marcas es un mecanismo legal que permite a una empresa proteger su marca de posibles imitaciones o usos no autorizados por parte de terceros. Al registrar una marca, se le otorga al propietario el derecho exclusivo de utilizarla en el mercado en el que opera, brindándole así un respaldo legal en caso de disputas.
¿Qué tipo de marcas reconocen los sistemas de registro?
Los sistemas de registro de marcas reconocen diferentes tipos de marcas, las más comunes, también llamadas “marcas tradicionales”, son las visuales bidimensionales, es decir, las que se pueden representar en una pantalla u hoja de papel. A partir de mayo de 2018, como parte de las reformas a la Ley de Propiedad Industrial, es permitido registrar marcas en formatos no habituales, a las que que se les llama “marcas no tradicionales”. Estas marcas apelan a la identificación a través de otros sentidos, además del visual; estos tipos de marcas son: holográficas, tridimensionales, sonoras y olfativas.
A continuación te explicamos en qué consiste cada formato de marca o, tipo de marca, que puedes registrar:
- Marcas visuales nominativas: Son aquellas que están formadas por una palabra o conjunto de palabras que identifican a un producto o servicio en particular. Ejemplos de marcas nominativas son Coca-Cola, Nike y Apple.
- Marcas visuales gráficas innominadas: Son aquellas que se representan a través de un diseño, logo o imagen. Estas marcas suelen ser altamente reconocibles visualmente, como el logo de McDonald’s o el símbolo de Nike.
- Marcas visuales mixtas: Son aquellas que combinan elementos nominativos y gráficos para formar una identidad de marca única. Ejemplos de marcas mixtas son Starbucks, Adidas y Pepsi.
- Marcas visuales holográficas: Son aquellas que se representan en un plano, pero el efecto es tridimensional. Se utilizan preferentemente en aplicaciones asociadas con la seguridad, como por ejemplo, en tarjetas de crédito. Marcas muy conocidas que recurren a la representación holográfica son MasterCard y Visa
- Marcas tridimensionales: Son aquellas que se refieren a la forma o presentación del producto en sí. Un ejemplo icónico de una marca tridimensional es la botella de Coca-Cola.
- Marcas sonoras: Son aquellas que se representan a través de un sonido distintivo. Un ejemplo famoso es el sonido de inicio de Windows.
- Marcas olfativas: Son aquellas que se pueden describir a través de referencias aromáticas conocidas bajo cierta combinación de proporciones; por ejemplo una marca muy característica de ello, que logró su registro en el IMPI fue la masa para modelado Play-Doh
Las marcas “no tradicionales” son cada vez más comunes
Una de las principales razones por las que se agregó esta nueva clasificación para el registro de marcas se debe a que estos signos distintivos cada vez están más presentes en campañas de publicidad. El objetivo es innovar constantemente para ganar la atención de los consumidores a través de los sentidos, en un esquema de comunicación diferente al tradicional, donde se emplean elementos convencionales como el texto y la imagen plana.
¿Por qué es importante invertir en registrar tu marca tradicional o no tradicional?
Registrar tu marca te brinda una serie de beneficios y protecciones legales. Al registrar tu marca, aseguras que nadie más pueda utilizarla de manera indebida, lo que te otorga una ventaja competitiva en el mercado al mantener tu identidad distintiva. Además, el registro te brinda la posibilidad de emprender acciones legales contra aquellos que intenten copiar o utilizar tu marca sin permiso, protegiendo así tu propiedad intelectual y tu reputación empresarial. Es importante considerar el registro de tu marca como una inversión a largo plazo en la seguridad y el crecimiento de tu negocio.